miércoles, 17 de febrero de 2010

El mar y el sol

Hace millones de años, quiso el agua del mar darse un paseo por el Cosmos.

Tras mucho pensar, llegó a la conclusión de que tenía que pedir ayuda al Sol.

Así lo hizo cierta mañana; y al mediodía, el astro rey le envió potentísimos rayos, convirtiendo una parte de ella en vapor, que subió alto, formando blancas y algodonosas nubes.

A su vez, el Sol sintió el suave y reconfortante efecto de la humedad, que le alivió sobremanera.

Al llegar el invierno, el frío condensó el vapor; y el agua, en forma de pequeñas gotas, retornó a su lugar de origen.

Desde entonces, tan fructífero ciclo no cesó de repetirse. Y tanto al mar como al Sol se les oye decir con frecuencia:

"Ayudar a otros equivale a ayudarse a uno mismo"

El Tigre que Balaba

Al atacar a un rebaño, una tigresa dio a luz y poco después murió. El cachorro creció entre las ovejas y llegó él mismo a tomarse por una de ellas, y como una oveja llegó a ser considerado y tratado por el rebaño.
Era sumamente apacible, pacía y balaba, ignorando por completo su verdadera naturaleza. Así transcurrieron algunos años.
Un día llegó un tigre hasta el rebaño y lo atacó. Se quedó estupefacto cuando comprobó que entre las ovejas había un tigre que se comportaba como una oveja más. No pudo por menos que decirle:
--Oye, ¿por qué te comportas como una oveja, si tú eres un tigre?
Pero el tigre-oveja baló asustado.
Entonces el tigre lo condujo ante un lago y le mostró su propia imagen.
Pero el tigre-oveja seguía creyéndose una oveja, hasta tal punto que cuando el tigre recién llegado le dio un trozo de carne ni siquiera quiso probarla.
--Pruébala -le ordenó el tigre.
Asustado, sin dejar de balar, el tigre-oveja probó la carne. En ese momento la carne cruda desató sus instintos de tigre y reconoció de golpe su verdadera y propia naturaleza.
*El Maestro dice: El ser humano común está tan identificado con la burda máscara de su personalidad y su ego que desconoce su genuina y real naturaleza.

El cuento de las arenas

Un río, desde sus orígenes en lejanas montañas, después de pasar a través de toda clase y trazado de campiñas, al fin alcanzó las arenas del desierto. Del mismo modo que había sorteado todos los otros obstáculos, el río trató de atravesar este último, pero se dio cuenta de que sus aguas desaparecían en las arenas tan pronto llegaba a éstas.
Estaba convencido, no obstante, de que su destino era cruzar este desierto y sin embargo, no había manera. Entonces una recóndita voz, que venía desde el desierto mismo le susurró:
"El Viento cruza el desierto y así puede hacerlo el río"
El río objetó que se estaba estrellando contra las arenas y solamente conseguía ser absorbido, que el viento podía volar y ésa era la razón por la cual podía cruzar el desierto.
"Arrojándote con violencia como lo vienes haciendo no lograrás cruzarlo. Desaparecerás o te convertirás en un pantano. Debes permitir que el viento te lleve hacia tu destino"
-¿Pero cómo esto podrá suceder?
"Consintiendo en ser absorbido por el viento".
Esta idea no era aceptable para el río. Después de todo él nunca había sido absorbido antes. No quería perder su individualidad. "¿Y, una vez perdida ésta, cómo puede uno saber si podrá recuperarla alguna vez?" "El viento", dijeron las arenas, "cumple esa función. Eleva el agua, la transporta sobre el desierto y luego la deja caer. Cayendo como lluvia, el agua nuevamente se vuelve río"
-¿Cómo puedo saber que esto es verdad?
"Así es, y si tú no lo crees, no te volverás más que un pantano y aún eso tomaría muchos, pero muchos años; y un pantano, ciertamente no es la misma cosa que un río."
-¿Pero no puedo seguir siendo el mismo río que ahora soy?
"Tú no puedes en ningún caso permanecer así", continuó la voz. "Tu parte esencial es transportada y forma un río nuevamente. Eres llamado así, aún hoy, porque no sabes qué parte tuya es la esencial."
Cuando oyó esto, ciertos ecos comenzaron a resonar en los pensamientos del río. Vagamente, recordó un estado en el cual él, o una parte de él ¿cuál sería?, había sido transportado en los brazos del viento. También recordó --¿o le pareció?-- que eso era lo que realmente debía hacer, aún cuando no fuera lo más obvio. Y el río elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento, que gentil y fácilmente lo llevó hacia arriba y a lo lejos, dejándolo caer suavemente tan pronto hubieron alcanzado la cima de una montaña, muchas pero muchas millas más lejos. Y porque había tenido sus dudas, el río pudo recordar y registrar más firmemente en su mente, los detalles de la experiencia. Reflexionó: "Sí, ahora conozco mi verdadera identidad". El río estaba aprendiendo pero las arenas susurraron: "Nosotras conocemos, porque vemos suceder esto día tras día, y porque nosotras las arenas, nos extendemos por todo el camino que va desde las orillas del río hasta la montaña"
Y es por eso que se dice que el camino en el cual el Río de la Vida ha de continuar su travesía está escrito en las Arenas.
Awad Afifi el Tunecino

LA LEY DEL TOPE

LA HABILIDAD DE LIDERAZGO DETERMINA EL NIVEL DE
EFICIENCIA DE UNA PERSONA

El éxito está al alcance de casi cualquier persona. Pero el éxito
personal sin la capacidad de liderazgo produce una eficiencia limitada.
El impacto de una persona sólo llega a una fracción de lo que lograría
con un buen liderazgo. Mientras más alto se quiera escalar, más se
necesita del liderazgo. Mientras mayor impacto se quiera lograr,
mayor es la influencia que se necesita tener… La habilidad de
liderazgo es el tope que determina el nivel de eficiencia de una persona.
Mientras más baja es la capacidad de dirigir, más bajo estará el tope
sobre su potencial. Mientras más elevada la capacidad de liderazgo,
mayor la eficiencia… Su capacidad de liderazgo, para bien o para mal,
siempre determina su eficacia y el impacto potencial en su organización.
Para alcanzar los más elevados niveles de eficiencia, hay que subir LOS
TOPES de la capacidad de líderazgo

miércoles, 10 de febrero de 2010

Hada de la Luz

Brighid, la Reina Brillante viene a la luz alejándose de la oscuridad, caminando desde Tir Tairngiri, la Tierra de la Promesa, a susurrar antiguos y mágicos cuentos en nuestros oídos.
En su mano trae el Cetro Blanco, alguna vez otorgado a ella por los Antiguos Reyes de Irlanda y los Ancestrales Lords de las Islas Escocesas. La vara mágica y blanca representa la pureza, su absoluta rectitud, la justicia. Está hecha de madera de abedul o sauce, y posee el poder de atraer la luz de la primavera hacia la oscuridad invernal.
Ser tocado por la vara de Brigidh, es recibir el don de las decisiones firmes y los propósitos auténticos en tu camino o jornada espiritual. Ella permanece en el espacio entre la ignorancia y el conocimiento, iniciando a los que lo deseen en los misterios de la Magia de Hadas, y acompañando a los peregrinos del mundo espiritual a través de los caminos de la sabiduría.

La Chimenea

Un joven que había estudiado lógica, acudió a un rabino y solicitó ser instruido en Talmud.
"¿Lógica?" - preguntó el rabino - "dudo que eso sea suficiente para estudiar Talmud, pero te tomaré una prueba. Supongamos que dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la cara?"
"Eso es fácil, el de la cara sucia" - respondió el estudiante
"Incorrecto" - dijo el rabino - "el de la cara limpia. Veamos: el de la cara sucia mira al de la limpia y piensa que su cara también está limpia. El de la cara limpia mira al de la sucia y piensa que su cara está sucia, así que él se lava la cara."
"No pensé en eso" - admitió el joven - "deme otra oportunidad".
"Volvamos a empezar. Dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la cara?" - Planteó el rabino.
"Recién hemos respondido, aquel con la cara limpia" - contestó el estudiante.
"No. Ambos se lavan la cara - dijo el rabino - Aquel con la cara sucia mira al de la limpia y piensa que su cara está limpia también. Pero el de la cara limpia mira al de la sucia, y piensa que su cara también lo está, entonces se lava. Cuando el de la cara sucia ve que el de la limpia lava su cara, él también se lava. Por lo tanto ambos lavan su cara".
"No me di cuenta de esa alternativa" - expresó el joven - "deme otra oportunidad".
"Está bien. Dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la cara?" - Preguntó el rabino.
"Ambos lavan su cara" - respondió con énfasis el estudiante.
"No. Ninguno de los dos". - Dijo el rabino - "Aquel con la cara sucia mira al de la limpia y piensa que la suya también lo está. El de la cara limpia mira al de la sucia, y piensa que su cara también está sucia. Pero cuando él ve que el hombre de la cara sucia no se lava, él tampoco se lava. Por lo tanto ninguno se lava."
"Una última oportunidad y le demostraré que puedo estudiar Talmud" - pidió el joven.
"Dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara limpia y el otro con la cara sucia ¿Cuál se lava la cara?" - Volvió a plantear el rabino.
"Ninguno" - exclamó triunfalmente el estudiante.
"¿Ves ahora por que la lógica no es suficiente para estudiar Talmud? ¿Cómo es posible que dos hombres que bajan por la misma chimenea, uno salga con la cara sucia y otra con la cara limpia? ¿No ves que la pregunta es tonta? Y si intentas contestar preguntas tontas, tu respuesta será tonta. Así que aprende algo más de lógica antes de que intentes estudiar el Talmud." - Sugirió el rabino

La Carreta Vacia

Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:
- ¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:
- Sí, es el ruido de una carreta.
- Éso es, - me dijo. - Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:
- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?
Entonces, otra vez mas, me mostró su sabiduría:
- Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace"
"Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y tratando con superioridad a los demás... O a aquellos, que no pueden estar, sin el estímulo de parlantes o de un televisor, que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oir la voz de mi padre diciendo:
- "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace" Y a la vez : "cuánto se regocija el corazón, cuando vemos pasar una carreta repleta de carga preciosa... Silenciosa... Plena.

Ella

Ella
Podría ser la cara que no podre olvidar
Un rastro de placer o de pesar
Podría ser mi tesoro o el precio que tengo que pagar

Ella….
Podría ser la canción que el verano cantaría
El frio que el otoño traería
Podría ser cientos de cosas diferentes
Con la medida de un solo día

Ella….
Podría ser la bella o la bestia
El hambre o el festín
Podría convertir cada día en un paraíso o en un infierno
Ella podría ser el espejo de mis sueños
La sonrisa reflejada en el viento
Ella podría no ser lo que parece
En el fondo de su coraza…

Ella….
Que siempre parece tan feliz en la multitud
Cuyos ojos pueden ser tan privados y tan orgullosos
Y a nadie se le permite mirarlos cuando ellos lloran

Ella…
Podría ser el amor que no espero que dure
Y vendría a mi de las sombras del pasado
A quien recordare hasta el día que muera…

Ella
Seria la razón por la que sobrevivi
El que y el por que es que estoy vivo
La persona que me importara a través de los difíciles años

Yo…
Tomare sus risas y sus lagrimas
Y las convertiré en mis recuerdos
A donde vaya yo tengo que estar ahí
El significado de mi vida es…
Ella…
Y solo ella….

Elvis Costello

lunes, 1 de febrero de 2010

PARADIGMAS

Si Guy Laliberté no hubiese pensado en romper los paradigmas del circo
tradicional no existiría el Cirque Du Soleil. Alguien cuestionó los
paradigmas en las comunicaciones tradicionales y se creó el celular.
Otra persona cuestionó la captura fotográfica tradicional y se crearon las
cámaras digitales. Muchas de las invenciones actuales han iniciado
rompiendo paradigmas.

La siguiente historia no solo es divertida sino que ilustra cómo nace un
paradigma.

Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula y en el centro
de la misma una escalera con muchas bananas. Cuando uno de los
monos subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos
lanzaban un chorro de agua fría sobre él hasta desalentar su intento.
Luego de algún tiempo de repetir esta operación, cuando un mono iba a
subir la escalera, los otros a la fuerza se lo impedían. Pasado algún
tiempo más, ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación que
significaban las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de
los monos. La primera cosa que hizo el nuevo simio fue subir la
escalera, siendo rápidamente impedido por los otros con fuerza y
peleas. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no
subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido y ocurrió lo
mismo. El primer nuevo integrante participó con entusiasmo de la paliza
al novato. Un tercero fue cambiado y se repitió el hecho. El cuarto y
finalmente el último de los veteranos fue sustituido. Los científicos
quedaron entonces con un grupo de cinco monos que, aún cuando
nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel
que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos
de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con
certeza la respuesta sería: "No se, las cosas aquí siempre se han
hecho así..."


¿Te suena conocido? No pierdas la oportunidad de cuestionar por
qué estamos haciendo las cosas siempre de una misma manera.

EL CUARTO REY MAGO

Cuenta la historia que hubo un cuarto rey mago, que llegó tarde a la cita
con los otros tres por ayudar a un anciano.

Por sus medios se desplazó a Belén, pero la Sagrada Familia había partido a
Egipto, en donde intentó buscarlos fructuosamente, pero siempre se enredaba
ayudando a algún necesitado.

Vuelto a su lugar de origen, los tres Reyes Magos le contaron sobre el niño
Jesús, y en su corazón prometió encontrarle.

Cuando después de 30 años oyó del profeta de Galilea, quiso verle.
Desafortunadamente, nunca llegaba en el momento oportuno por arreglar las
miserias que iba encontrando en el camino.

Por fin, ya anciano alcanzó a Jesús subiendo al Gólgota, y de dijo: "Toda
mi vida te he buscado sin poder encontrarte". Jesús contestó: "No
necesitabas buscarme, porque tú siempre estuviste a mi lado".

La Tortuga y la Argolla

Los lamas tibetanos insisten en lo preciosa que es la forma humana, porque sólo a través de ella podemos aspirar a la liberación suprema. Sin embargo, no somos conscientes de lo difícil que ha resultado adquirir una forma así. Para facilitarnos una idea relatan la historia de la tortuga y el aro.
Imagínate una sola tortuga en el inmenso océano. Imagina que esta tortuga saca la cabeza a la superficie una vez cada un millón de años para respirar.
Imagina un aro flotando sobre las aguas del inmenso océano. Pues más difícil que el que la tortuga introdujese la cabeza en el aro al respirar, es haber conseguido una forma humana.

EL TESORO BAJO LA TIERRA

Un ministro inglés contaba la historia de haber pedido a su amigo,
quien estaba a punto de morir, su mejor consejo, y este le dijo:
“Amigo, la mayoría de los problemas que me he hecho en la vida…
nunca ocurrieron.”

La historia que compartiremos a continuación ilustra el poder que tienen
nuestros pensamientos. Una de las funciones más importantes de los
líderes es establecer una visión clara, argumentarla, compartirla y
formar un equipo que crea en ella y tome decisiones en búsqueda de
alcanzar los objetivos futuros aunque nunca hayan estado allí. Muchas
veces presentamos argumentos en base a nuestras limitaciones.
Veamos la reflexión que nos deja la siguiente historia.

Era un día cualquiera. Un pobre labrador oye un ruido bajo la rueda del
rastrillo del arado; mira desconcertado y descubre que ha desenterrado
un tronco llenó de monedas de oro, ¡Una inconmensurable fortuna para
él! Nuestro hombre arrastra el tronco hasta el frente de su casa y lo
entierra profundamente en el jardín.
Por días piensa y repiensa: ¿Qué hacer con todo eso? Imagina todo lo
que podría comprar y decide dejarlo enterrado... Con ese tesoro,
cualquier cosa podrá resolverse. Este tronco lleno de monedas de oro,
será su seguridad ante el acontecimiento de un imprevisto, una
calamidad, o una dura temporada.
Tener la seguridad de su tesoro enterrado cambia completamente el
carácter de nuestro hombre: de precavido, se transforma en un ser
relajado; de gruñón y taciturno, pasa a ser un hombre chispeante y
agradable, elimina su temor y su intolerancia y los cambia por
confianza, fe y compasión. De hecho, ahora concibe la vida como una
experiencia hermosa y feliz, sabiendo que, aunque lleguen cosas
duras, podrá hacerles frente.
Toda la vida de este ser da un giro radical para bien suyo, de su
familia, amigos y allegados, llegando incluso a transformar el estado
de la comarca, pues se va tornando en un hombre esforzado, positivo
e influyente, su marco de acción se engrandece sustancialmente.
La abundancia sin límites caracteriza ahora su vida.
Pero tras muchos años de buen vivir, las últimas horas de este notable
y amado hombre llegan. Antes de expirar, nuestro amigo reúne a sus
hijos y les revela su increíble y bien guardado secreto. Entonces,
tranquilo, muere en paz.
Al día siguiente, muy temprano, sus hijos cavan afanosamente en el
lugar indicado, y encuentran el tronco. Pero, para sorpresa de todos,
está vacío.
Las monedas habían sido robadas por unos aventureros desde hacía
más de 10 años.


¿Cuál fue el verdadero Tesoro? no fue el hecho de SER rico lo
que le dio seguridad, sino más bien, la IDEA de que tal riqueza
existía. La interpretación y actitud despertó en nuestro hombre
una visión diferente. Esta historia nos da una perspectiva acerca
del poder que tienen nuestros pensamientos.

Cuando lideres un proyecto, apruebes una inversión, establezcas
una meta o una visión y trate de asaltarte la duda, no prescindas
de tus conocimientos pero pon la medida justa a tus pensamien-
tos para no limitar los resultados potenciales de tus ideas.

IR POR MÁS

Uno de los principios que rigen a las organizaciones exitosas es
movilizar a todos sus colaboradores hacia la nueva visión,
argumentando el sentido de urgencia y liberando el potencial de cada
uno de sus integrantes a través del liderazgo.
La siguiente historia propone crear un entorno propicio para nuestra
propia transformación y cambio y bien podría aplicar tanto para nuestra
vida personal como profesional. Y la historia dice así…

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco, pero las aguas
cercanas a Japón por décadas han estado casi vacías. Así que para
alimentar a la población, los barcos pesqueros fueron fabricados más
grandes, para ir mar adentro. Mientras más lejos iban los pescadores,
más era el tiempo que les tomaba regresar para entregar el pescado.
Si el viaje se tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. Para
resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los
barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los
congeladores. Sin embargo, la gente percibió la diferencia de sabor y
textura entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el
congelado, por lo tanto se tenía que vender más barato. Entonces, las
compañías instalaron en los barcos tanques de agua para los peces.
Podían así atrapar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos
vivos hasta llegar a la costa y entregarlos. Pero después de un tiempo,
los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y
cansados, aunque vivos. Los consumidores también notaron la
diferencia de sabor y textura, porque cuando los peces dejan de
moverse por días, pierden cualidades...

¿Cómo resolvieron el problema las compañías pesqueras?
¿Cómo consiguieron traer pescado con un sabor fresco?
Si las compañías japonesas te pidieran asesoría: ¿Qué les
recomendarías?
Tan pronto una persona alcanza sus metas, ya sea empezar una nueva
empresa, pagar sus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que
sea, empieza a perder la pasión. Ya no necesita esforzarse tanto y
tiende a relajarse. Experimenta el mismo problema que las personas
que ganan la lotería, o el de quienes heredan mucho dinero y nunca
maduran, o el de quienes se quedan en casa y se hacen adictos a los
medicamentos para la depresión o la ansiedad.
Tal como en el problema de los pescadores japoneses, la solución es
sencilla. Lo dijo L. Ron Hubbard a principios de los años 50: "Las
personas prosperan más, cuando hay desafíos en su medio ambiente".
Para mantener el sabor fresco y la textura firme de los peces, las
compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en
los barcos, ¡Pero ahora ponen también un pequeño tiburón! Cierto es
que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy,
pero muy vivos…
¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto
dentro del tanque para mantenerse vivos.

Cuando alcances tus metas, ponte otras mayores. Nunca debes
lograr el éxito para luego acostarte en él. Así que, mete a un
tiburón (reto/meta) en tu tanque (o estrategia) y descubre que
tan lejos realmente puedes llegar (visión).