lunes, 23 de agosto de 2010

Los Brazaletes de Oro

Había una mujer que, a fuerza de una actitud recta y perseverante, había obtenido grandes logros espirituales. Aunque desposada, siempre hallaba tiempo para conectar con su Realidad primordial. Desde niña, había lucido en las muñecas brazaletes de cristal. La vida se iba consumiendo inexorablemente, como el rocío se derrite cuando brotan los primeros rayos del sol. Ya no era joven, y las arrugas dejaban sus huellas indelebles en su rostro. ¿Acaso en todo encuentro no está ya presente la separación? Un día, su amado esposo fue tocado por la dama de la muerte y su cuerpo quedó tan frío como los cantos rodados del riachuelo en el que hacía sus abluciones. Cuando el cadáver fue incinerado, la mujer se despojó de los brazaletes de cristal y se colocó unos de oro. La gente del pueblo no pudo por menos que sorprenderse. ¿A qué venía ahora ese cambio? ¿Por qué en tan dolorosos momentos abandonaba los brazaletes de cristal y tomaba los de oro? Algunas personas fueron hasta su casa y le preguntaron la razón de ese proceder. La mujer hizo pasar a los visitantes. Parsimoniosamente, con la paz propia de aquel que comprende y acepta el devenir de los acontecimientos, preparó un sabroso té especiado.
Mientras los invitados saboreaban el líquido humeante, la mujer dijo:
--¿Por qué os sorprendéis? Antes, mi marido era tan frágil como los brazaletes de cristal, pero ahora él es fuerte y permanente como estos brazaletes de oro.

LA LEY DE LA VICTORIA

LOS LIDERES ENCUENTRAN LA FORMA DE QUE SU EQUIPO GANE

Para los líderes la victoria es la única opción, y hacen todo para que su
equipo gane. Al ser la victoria la única alternativa viven con el propósito
de analizar qué deben hacer para lograrlo y luego buscan todo lo que
tienen a su disposición. El jugador más valioso de la NBA era un
anotador sobresaliente, pero su contribución principal fue su capacidad
de dirigir al equipo y poner la bola en manos de sus compañeros.
La victoria es posible siempre que se tengan estos tres elementos:
1 – Unidad de Visión. Un equipo no gana el campeonato si los
jugadores tienen planes diferentes.
2 – Diversidad de destrezas. ¿Imagina un equipo formado sólo por
porteros o sólo por goleadores?
3 – Un líder dedicado a la victoria y a explotar el potencial de los
jugadores. La unidad de visión y la adecuada diversidad de talentos no
suceden espontáneamente. Se necesita un líder que imparta la
motivación, otorgue los poderes y la dirección necesaria para ganar.
Una historia de gran éxito es la de Southwest Airlines y Herb Kelleher.
Hoy Southwest domina el mercado en las rutas que vuela. Es la única
línea de servicio aéreo que ha obtenido ganancias todos los años desde
1973, y la única que ha prosperado tras los acontecimientos del 11 de
Septiembre. La rotación de empleados es muy baja y tiene la fuerza
laboral más productiva en la industria. Tiene una posición superior en
servicios al cliente y el índice más bajo en quejas en la industria desde
1987. Uno nunca sospecharía que su inicio no fue nada fácil. Tomó
cuatro años despegar su primer avión, el resto de las compañías aéreas
casi logran quitarla del mercado. Cuando el capital se agotó, la junta
quiso rendirse. Sin embargo Herb Kelleher dijo: “Luchemos con ellos un
asalto más, yo seguiré representando a la compañía, pospondré mis
honorarios y pagaré de mi bolsillo todos los costos legales”. Cuando el
caso llegó al Tribunal Supremo, estos hombres ganaron y pudieron
poner a volar su primer avión. Cuando la compañía tuvo que vender
uno de sus cuatro aviones para sobrevivir, los ejecutivos idearon la
forma de que sus aviones no permanecieran en tierra por más de diez
minutos entre sus vuelos. Hoy Southwest sigue luchando y encuentra
formas para que la compañía triunfe y observe el gran éxito obtenido.
Southwest Airlines Ayer y Hoy - De 1971 a 2006.
Tamaño de la flota: de 4 a 468
Empleados al final del año: de 195 a más de 30,000
Clientes transportados: de 108,000 a 88,4 millones
Ciudades servidas: de 3 a 51
Promedio de vuelos diarios: de 17 a más de 3,100
Capital de los accionistas: de 3,3 millones a 6,68 billones de dólares
Total de bienes disponibles: de 22 millones a 14,2 billones de dólares
La vicepresidente administrativa de Southwest, Colleen Barret,
lo resume así: La mentalidad de guerreros, la lucha misma por sobrevivir,
es lo que creó nuestra cultura. Kelleher y Southwest no sólo tienen el
deseo de sobrevivir, sino también de ganar. El primer paso es
responsabilizarse del éxito de su equipo, tener el personal adecuado y
lograr la unidad de la visión. Pídale a su equipo que describa el
propósito de su misión. Si consigue una diversidad de respuestas,
entonces necesita esforzarse para comunicar una visión clara y creativa
hasta que todos caminen al mismo ritmo. Y recuerde: los líderes que
aplican la Ley de la Victoria no tienen un plan B, eso los mantiene
luchando.
Repase estos principios e invierta en ser un mejor líder.

Pedir un deseo

Pedir un deseo, si todo en la vida fuera tan sencillo como eso....
deseo ser, deseo tener, deseo sentir...
...quisiera que alguien bajara la luna solo para poder verla un instante reflejada en tu rostro, quisiera tener suficiente valor para decirte que a pesar de todo, de mis defectos, de mi vida algo desorganizada, tu eres mi punto de mira, mi apoyo diario, el motor que mueve este engranaje algo cansado y vapuleado....
...quisiera decirte tantas cosas que no sabria por donde empezar, que te quiero, que no podría vivir sin ti, sin tu infinita compañía, sin tus rabietas, sin tu egoismo y tus caprichos, sin ese brillo que despiden tus ojos cuando esbozas la mejor de tus sonrisas....
...quisiera decirte que siempre estaré cuando me necesites, que te he fallado y te fallaré mil veces mas, que estamos unidos por un lazo indestructible y que a partir de ahora voy a necesitarte más que nunca...
...yo solo pido el deseo de poder seguir a tu lado siempre... y hoy mi deseo es para ti, mi pequeño trozo de cielo, para que crezcas fuerte y sano y algun día llegues a comprender cosas que aún no entiendes pero que no por ello duelen menos...
...mi mejor deseo es quererte...

El Conductor Borracho

Por un sinuoso camino y a gran velocidad, un hombre borracho conducía su carro. De repente, perdió el control del carro, se salió del trayecto y se precipitó contra una charca pestilente. Varias personas, al ver el accidente, corrieron al lugar y ayudaron a incorporarse al conductor.
No podía ocultar su borrachera y, entonces, uno de sus auxiliadores le dijo:
--Pero, ¿es que no ha leído usted el célebre tratado de Naraín Gupta extendiéndose sobre los efectos perjudiciales del alcohol?
Y el ebrio conductor, sin dejar de hipar, tartamudeó:
--Yo soy Naraín Gupta.
*El Maestro dice: Así procede el falso gurú.

Nueve Vacas

Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, y andaban todo el tiempo juntos. Así que, esperaban la llegada a cada puerto para bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse.
Un día llegan a una isla perdida en el Pacífico, desembarcan y se van al pueblo para aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra.
En el camino se cruzan con una mujer que está arrodillada en un pequeño río lavando ropa.
Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiere conocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esa mujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el pueblo seguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas.
Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza a hablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres.
Cómo se llama, qué es lo que hace, cuantos años tiene, si puede acompañarlo a caminar por la isla.
La mujer escucha cada pregunta sin responder ni dejar de lavar la ropa, hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar le impiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención de casarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que es el jefe o patriarca del pueblo.
El hombre la mira y le dice: “Está bien. Llévame ante tu padre. Quiero casarme contigo”.
El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma, un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice: “¿Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo. ¿Para qué tomarse tanto trabajo?”.
El hombre le responde: “No es una broma. Me quiero casar con ella. Quiero ver a su padre para pedir su mano”.
Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo:
“¿Tu estás loco?”, “¿Qué le viste?”, “¿Qué te pasó?”, “¿Seguro que no tomaste nada?” y cosas por el estilo.
Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hasta el encuentro con el patriarca de la aldea.
El hombre le explica que habían llegado recién a esa isla, y que le venía a manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de la tribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costumbre era pagar una dote por la mujer que se elegía para casarse.
Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía según las bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes se debía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eran excelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía el valor de la dote al tener menos virtudes.
El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a una que vio lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por no ser tan agraciada, le podría costar 3 vacas.
“Está bien” respondió el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: “Ud. no entiende. La mujer que eligió cuesta tres vacas, mis otras hijas, más jóvenes, cuestan nueve vacas”.
“Entiendo muy bien”, respondió nuevamente el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que siempre aparece un loco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, que iba a realizarse lo antes posible.
El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecido de repente, que se había enfermado, que se había contagiado de una rara fiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba a terminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaría en una perdida islita del Pacífico.
Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujer nativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente partió en el barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida.
El tiempo pasó, el marinero siguió recorriendo mares y puertos a bordo de los barcos cargueros más diversos y siempre recordaba a su amigo y se preguntaba: “¿qué estaría haciendo?, ¿cómo sería su vida?, ¿viviría aún?”.

Un día, el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde años atrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, por verlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida.
Así es que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminar apurado hacia el pueblo.
“¿Dónde estaría su amigo?, ¿Seguiría en la isla?, ¿Se habría acostumbrado a esa vida o tal vez se habría ido en otro barco?”

De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminando por la playa, en un espectáculo magnífico.
Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima.
Todos cantaban hermosas canciones y obsequiaban flores a la mujer y esta los retribuía con pétalos y guirnaldas.
El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo se perdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo.
Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dos buenos amigos que no se ven durante mucho tiempo.
El marinero no paraba de preguntar: “¿Y cómo te fue?, ¿Te acostumbraste a vivir aquí?, ¿Te gusta esta vida?, ¿No quieres volver?”
Finalmente se anima a preguntarle: “¿Y como está tu esposa?”
Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: “Muy bien, espléndida. Es más, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playa que festejaba su cumpleaños”.
El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que años atrás encontraron lavando ropa, preguntó: “¿Entonces, te separaste? No es la misma mujer que yo conocí, ¿no es cierto?”.
“Si” dijo su amigo, “es la misma mujer que encontramos lavando ropa hace años atrás”.
“Pero, es muchísimo más hermosa, femenina y agradable, ¿cómo puede ser?”, preguntó el marinero.
“Muy sencillo” respondió su amigo. “Me pidieron de dote 3 vacas por ella, y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella 9 vacas, la traté y consideré siempre como una mujer de 9 vacas. La amé como a una mujer de 9 vacas. Y ella se transformó en una mujer de 9 vacas”.

Cuando alguien nos valora y nos estimula, con sinceridad y amor, obramos cambios impensados...

Anónimo

lunes, 9 de agosto de 2010

Cuando un amigo se va

Este es de Alberto Cortez

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.

Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
se empieza a revelar
el duende manso del vino.

Cuando un amigo se va
galopando su destino
empieza el alma a vibrar,
porque se llena de frío.

Cuando un amigo se va
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.

Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.

Cuando un amigo se va
queda un espcio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

La piedra

El distraído, tropezó en ella
El violento, la usó como proyectil
El emprendedor, la usó para construir
El campesino, cansado, la usó como asiento
El niño, la usó como juguete

Drummond, la usó como inspiración
David, la usó para matar a Goliat
Y Miguel Ángel, sacó de ella una bella escultura

En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre.

No existe "piedra" en tu camino que, las más de las veces, no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.

Parábola del rico y el espejo

Se cuenta que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un rabino...
El rabino lo tomó de la mano, lo acercó a la ventana y le dijo:

- Mira. El rico miró por la ventana a la calle.

El rabino le preguntó:- ¿Qué ves?.

El hombre le respondió: - Veo gente.

El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:

- ¿Qué ves ahora?.

El rico le respondió:

-"Ahora me veo yo".

-"¿Entiendes?, dijo el rabino.

En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio. Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.

Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo".

Solo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento

En un funeral, uno a uno los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.
Resulta que en el fondo del ataúd había un espejo, donde al mirar cada uno se veía reflejado, con el siguiente texto:
“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO”!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y la única que puede ayudarse.
Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia, cuando tú cambias, eres el único responsable por ella. “Examínate y no te dejes vencer”
“El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia”.

Lección de perseverancia

¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales, a veces traídos de largas distancias… Y cuando ya está terminado y están listos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo, la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por el suelo lo que con tanto esfuerzo se logró.
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea? De ninguna manera. Vuelve a comenzar una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces (muchas veces) antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido.
Duele recomenzar desde cero…Pero aún así el pájaro jamás enmudece, ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando.
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos… no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado es para mí?
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste, de la lucha diaria, de la confianza traicionada de las metas no logradas cuándo estabas a punto de lograrlo?
Así te golpee la vida una vez más, no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase…no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo, y sobre todo... NUNCA DEJES DE CANTAR.