lunes, 11 de enero de 2010

El escorpión

Hay personas que no cambian, no cambian porque no quieren, no cambian porque no sienten que esten equivocados, no cambian porque no conocen lo que es la empatía y ponerse en el lugar de los demás, no dejan la violencia porque va con su naturaleza.Este cuento se lo dedico a tantas mujeres que un día actuaron como la rana dando una oportunidad al escorpión y a las que me puedan leer porque nunca se fien de su agresor.


Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:-Llévame a tu espalda.-¡Qué te lleve a mi espalda! -contestó la rana- Ni pensarlo. Te conozco. Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás.-No seas estúpida-le dijo entonces el escorpión- No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré.Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró y empezaron la travesía.Cuando estaban en medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:- ¿Por qué lo has hecho? Es irracional…-No pude evitarlo-contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas- Es mi naturaleza.

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