El error
más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de
arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
No se
equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para
seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse,
se estanca y se pudre en la laguna.
No se
equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca
la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se
equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se
equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.
No se
equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca
aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.
Pienso
que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo
cada día, sin encontrarse nunca plenamente.
Creo que
al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que
hayas buscado honestamente.
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