De pronto apareció un guardia municipal y le dijo sonriendo:
<<¿No sabía que está prohibido coger rosas?>>
-<<¡Lo siento, no había pensado en ello!>>
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Juanito observó que escribía la multa con un lápiz sin punta, y le dijo:
<<¿Me permite ver su espada?>>
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Y naturalmente, la espada tampoco tenía punta.
<<¿Pero qué país es éste?>> preguntó Juanito.
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Juanito se quedó de piedra. Y respondió:
<< ¡Por el amor de Dios, no quiero ir a la cárcel por maltrato a un oficial! Las dos bofetadas, en todo caso, debería recibirlas yo>>.
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<<¿Al guardia?>>
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<<¡Pero es injusto!¡Es terrible!>>
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Y, Juanito avergonzado se vio obligado a abandonar el País sin punta, pero aún hoy, sueña con poder volver.
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