Se cuenta que en un pequeño pueblo, un grupo de personas se divertía con el tonto del lugar, un pobre infeliz que creían de poca inteligencia y que vivía de hacer pequeños recados y limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales. Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
-"Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario